La producción nacional de escobas plásticas está prácticamente paralizada desde inicios de este año y el plan anual no logrará cumplirse de ningún modo, porque no llega a Cuba en tiempo la materia prima necesaria. La razón: la falta de financiamiento para adquirirla en el mercado internacional, según ha publicado el portal oficial Cubadebate.

De acuerdo con cifras oficiales, desde enero hasta octubre la producción ha sido solamente 615 mil escobas de un plan de 2 millones 100 mil para este 2018. Para una población de 11 millones de habitantes, un poco más de medio millón de escobas, es una cifra bastante insuficiente. 

Oscar Morales Jiménez, director de Cepil, asegura que, si llegara a tiempo la materia prima que falta, y que está ya contratada, se cumplirían solo los compromisos con los ministerios de Turismo, Educación, Salud y Comercio Interior. Para el mercado interno: nada.

Pues, de ningún modo se podrá hacer más, aún si llegara el producto faltante: el monofilamento PVC, adquirido a través de la importadora cubana Suchel Import. La razón que esgrimen las entidades responsables de la insuficiente producción es que el bloqueo impide la compra de esa materia prima en México, Brasil y Colombia.

Pero, el resultado para el cliente cubano es el mismo: no hay escobas. El cubano no tiene dónde comprar escobas, así que habrá que ingeniárselas. La opción ante este desabastecimiento será en muchos casos comprar escobas artesanales, de las que tiene cabo de madera y cerdas de cualquier material disponible en manos de sus creadores.

Las escobas con mayor calidad, que son las de producción industrial nacional, no estarán en el mercado. Y si hubiere que comprar escobas importadas, los precios, sin piedad, barrerán a los clientes.