Raúl Castro Ruz, General de Ejército y primer secretario del Partido Comunista de Cuba recibió en el aeropuerto José Martí de La Habana al actual presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez y a su esposa Lis Cuesta, al término de la amplia visita realizada por ambos a Nueva York, según confirma el reporte del sitio oficial cubano Cubadebate.

Aunque no es la primera vez que un presidente cubano visita Nueva York, sí es la primera vez que lo hace en su casi recién iniciado período de mandato, el actual presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de igual modo, sí es la primera vez que un presidente cubano en la etapa revolucionaria es acompañado por su esposa, interpretando el rol de “primera dama», en un viaje de trabajo a Nueva York.

Miguel Díaz-Canel viajó a Nueva York para participar en la 73 sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas y dentro de este marco efectuar encuentros bilaterales con dirigentes políticos de diversas naciones. Sus predecesores, Fidel y Raúl Castro también cumplimentaron agendas de este tipo en su momento, y nunca la esposa de ninguno de los le acompañó.

La apretada agenda del actual presidente cubano en Nueva York en esta ocasión contempló, además, y esto sí incluyó la presencia permanente de su esposa, encuentros con personalidades de la cultura; un encuentro de solidaridad en Riverside Church, Harlem; un amplio paseo por la ciudad y la asistencia a un concierto de Juan Guillermo Almeida en Nueva York, donde la pareja bailó casino y el presidente tocó tambores, tal y como quedó recogido en este video que se viralizó de inmediato en redes.

Aunque muchos cubanos no se lo han cuestionado todavía, otros tantos sí. La presencia de la esposa del presidente de Cuba en un viaje de trabajo no es bien acogida por muchos; sobre todo, por aquellos que conocen que la figura de la “primera dama» no existe abalada por la Constitución de Cuba, y que, durante toda la etapa revolucionaria, nunca la esposa de un presidente cubano jugó el rol público de “primera dama», y así quieren muchos que continúe siendo.

Hasta hoy, Cuba no tiene “primera dama».