En días recientes la administración de Donald Trumpanunció una nueva ofensiva contra Cuba: sanciones extraterritoriales paraevitar la inversión internacional en la Isla, minimizar los viajes, el turismoy el envío de fondos, con la finalidad declarada de destruir el gobierno deCuba y revivir la Doctrina Monroe.

Desde el 2 de mayo entró en vigor el Título III de la LeyHelms-Burton, ley promulgada por el presidente Bill Clinton en 1996, y queadmite demandar a empresas extranjeras ante tribunales de Estados Unidos, porsus inversiones en propiedades expropiadas tras el triunfo de la Revolución.

En consecuencia, estadunidenses e incluso cubanos nacionalizadosen Estados Unidos, podrán demandar a cualquier empresa que haya invertido ensus antiguas propiedades.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, señaló en undiscurso que el portal digital de noticias La Jornadaha citado: «hoy estamos haciendo que el gobierno cubano rinda cuentas por Confiscarbienes estadunidenses. Estamos ayudando a aquellos que fueron robados por elrégimen a que sean compensados por sus propiedades».

La activación del Título III de la Ley Helms-Burton hagenerado una declaración conjunta de países de Europa y Canadá que rechazan lamedida que consideran contraria al derecho internacional. Oficiales de la UniónEuropea advirtieron a Washington que considerarán demandar a Estados Unidosante la Organización Mundial de Comercio.

Dentro de Estados Unidos, agrupaciones y ex funcionariosque apoyaron la “normalización” de relaciones impulsada por Obama mostraron sudisgusto con el recrudecimiento del bloqueo y agresión al estilo más crudo dela guerra fría.

No obstante, a pesar de la oposición de otras naciones y círculos deinfluencia dentro de los propios Estados Unidos, este 2 de mayo laadministración de Donald Trump activó el Título III de la Ley Helms-Burton, yaumentó todas las sanciones económicas que recrudecen el bloqueo económico yfinanciero a la Isla.

Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de la CasaBlanca, John Bolton expresó en otro discurso que el gobierno de Estados Unidos impondrálímites a la cantidad de dinero que los cubano-americanos pueden mandar a familiaresdentro de Cuba: mil dólares por persona en todo un trimestre, y a esto se sumannuevas restricciones a los viajes de ciudadanos de Estados Unidos que no tenganfamiliares en Cuba.

Estas acciones no solo revierten el progreso históricohacia la “normalización” de las relaciones bilaterales con Cuba que promovió elpresidente Barack Obama, sino que recrudecen la ofensiva contra el gobierno deCuba, de conjunto con el de Venezuela y Nicaragua.

Nicaragua y Venezuela

Paralelamente, el propio John Bolton anunció más sancioneseconómicas contra Venezuela y Nicaragua.

Bolton subrayó: «Estados Unidos espera ver caer cadaesquina de este sórdido triángulo: en La Habana, en Caracas, y en Managua».

Y agregó que estas medidas son una “advertencia” contra“actores externos” que pretendan apoyar a estos regímenes, amenaza dirigida directamentea Rusia, y concluyó: «hoy orgullosamente proclamamos para que todos nos oigan:la Doctrina Monroe está viva y coleando».