Modernos equipos tecnológicos llegarán este año, 2017, a Cuba para resolver —o intentarlo— los problemas de las redes hidráulicas de la capital cubana, La Habana.

Los equipos serán destinados a la Empresa de Aguas de La Habana y posibilitarán realizar las reparaciones sin los habituales destrozos de calles y zonas asfaltadas.

Uno de los modernos medios tecnológicos permite introducir una cámara en las tuberías de agua para inspeccionar su grado de deterioro. Luego, según el análisis realizado, se inyectan sustancias para eliminar la obstrucción o la suciedad, según explicó Sergio García, directo de Acueducto en La Habana.

La tecnología incluye el uso de un robot que aplicará resina epóxica dentro de la tubería.

En un tiempo de solo cuatro horas las tuberías reparadas deberán estar listas para su uso y la circulación del agua. Eso significa una reducción significativa de los tiempos de reparación en unas redes muy deterioradas como las de la capital cubana.

Uno de los puntos a destacar, según García, es que ahora no será necesario romper grandes tramos de asfalto para realizar reparaciones, pues con un solo orificio —por el cual se introducen cámara, robot y otros equipos— se pueden chequear hasta 200 metros (dos cuadras) de la red hidráulica de la ciudad.

La empresa que cede los productos de alta tecnología (no se especifica en la nota) ofrece una década de garantía para sus equipos.

Los principales beneficios de esta tecnología serán los menores tiempos de afectación del servicio de abasto de agua y, además, el índice menor de molestias a la población al evitarse el cierre de calles y avenidas.

Otro de los equipos que recibirá Aguas de La Habana será un sistema Seal Packed que permite colocar juntar de cierre hermético en tuberías con gran estado de deterioro. Tal sistema crea una unidad a partir de viejos sistemas hidráulicos.

Es conocido que el estado de las redes hidráulicas de La Habana —y de gran parte de las principales ciudades cubanas— es caótico y que se pierde más de la mitad del agua que se bombea.

A este duro panorama se suma la sequía sistémica que afecta a la isla de Cuba y reduce sus reservas de agua.